
Cada bocado de comida que nos
llevamos a la boca está rebosante de reacciones químicas. Agregar ingredientes
y cocinarlos nos ayuda a controlar estas reacciones y hace que la comida tenga
un mejor gusto y dure más. Pero, ¿Qué tal si tomamos la comida a un nivel
molecular, enviando partículas especialmente diseñadas para controlar las
reacciones de manera más estricta? Bueno, esto es exactamente lo que los
científicos están tratando de hacer y ya...